Comentario: Papel de la Bioética en la regulación global de la edición genómica.
Dr. López Baroni: En su trabajo, usted plantea: "¿Cómo conciliar la innovación, la competitividad, la búsqueda de nuevos mercados y el mito del crecimiento perpetuo, con la emergencia de tecnologías que, sin control, pueden poner en riesgo nuestra supervivencia? Ese es el núcleo del debate".
Pregunta: El enfoque humanista, propio de la Bioética, es el enfoque universal que ha de integrar los enfoques economicistas, sociales, culturales, científicos y tecnológicos de las problemáticas que enfrenta el hombre como especie y ser sociocultural y biológico. ¿Qué papel ha de desempeñar la Bioética en el "núcleo del debate" que usted plantea?
Doctor en Ciencias Carlos Singh Castillo Universidad de Ciencias Medicas de Guantanamo (2021-10-29)
Respuestas
Comnetario: Re: Papel de la Bioética en la regulación global de la edición genómica.
Estimado. Gracias por la pregunta y por el interés. Trato de responder.
Estamos en la Cuarta Revolución Industrial, cuyo objetivo parece ser reescribir tanto la materia inerte como la viva, incluida nuestra especie. Con un objetivo tan desmesurado, cabe plantearse cuál es el papel de quienes se dedican a la reflexión en bioética.
Estimo que debemos evitar caer tanto en la tecnofobia (el rechazo irreflexivo hacia la tecnociencia) como en los discursos tecnoutópicos (la creencia de que la tecnociencia resolverá por sí sola los problemas humanos). Entre uno y otro extremo debemos situar la reflexión bioética, tratando de anticipar los problemas para crear el marco normativo adecuado que encauce los avances, y evitar, en última instancia, que todo esto se nos escape de las manos (algo por otra parte no imposible).
Estimo también que el marco del Estado-Nación se ha quedado desfasado, y que urgen acuerdos más amplios. Lo ideal sería a escala planetaria, pero resulta ingenuo pensar que las grandes potencias se van a poner de acuerdo. En su defecto, lo ideal sería promover la creación de marcos normativos de carácter regional (Europa, Iberoamérica, mundo islámico, etc.), con objeto de crear mínimos universales de carácter obligatorio, al menos a escala regional. El Convenio europeo de bioética es ideal en este sentido, aunque presenta dos problemas graves que deben superarse en el futuro: a) se ha quedado desfasado y los países no se ponen de acuerdo sobre cómo actualizarlo; b) algunos países europeos, incluidos los de gran peso, no lo han firmado, por lo que no les resulta de aplicación, lo que favorece el turismo bioético.
En resumen, creo que el camino a seguir para quienes nos dedicamos a este campo del conocimiento debe ser: desarrollar la capacidad para anticipar los problemas, sin desvaríos tecnoutópicos ni miedos irracionales; y convencer a los poderes públicos de nuestros respectivos países de la necesidad de regular transnacionalmente este tipo de tecnologías, antes de que sea demasiado tarde. Nunca en la historia habíamos tenido la capacidad ni el poder para cambiar el curso de la vida en el planeta. Ahora sí. De ahí la urgencia.
manuel Universidad Pablo de Olavide. Sevilla. España (2021-11-01)